En 1939, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, la princesa Isabel tenía apenas 13 años. Durante sus años de adolescente, contribuyó de cualquier manera posible al esfuerzo bélico, e incluso se alistó en el Ejército Británico. Si bien muchos conocen de su remilgado y correcto comportamiento en su vida posterior como monarca del Reino Unido, hay muchas historias increíbles sobre la joven Elizabeth Alexandra Mary Windsor durante la mayor contienda bélica de la historia.
Su Alteza Real la princesa Isabel fue la primera mujer de la familia real británica en formar parte del ejército de su país. En su trabajo como mecánica, la futura reina se encargaba de desmontar motores, cambiar neumáticos y recibió instrucción para conducir camiones y ambulancias.
La prensa de la época la apodó la «Princesa Mecánica de Autos» y, según los informes, a Elizabeth no le importaba ensuciarse las manos y mostrar su ardua labor a sus familiares y amigos. Después de la guerra, era común verla conduciendo sus coches por sus propiedades. Incluso se supo que en ocasiones diagnosticaba y reparaba los motores de sus propios vehículos.
Aunque era miembro de la realeza, no siempre hubo un trato preferencial para la princesa Isabel durante la Segunda Guerra Mundial. Quería servir a su país del mismo modo que se necesitaba que otros lo hicieran. Y al final, cuando los Aliados declararon su victoria, salió del Palacio de Buckingham a celebrar por las calles de Londres, como todos los demás.
La princesa Isabel durante el comienzo de la Segunda Guerra Mundial
Desde que inició la guerra, la familia real ratificó su intención de permanecer en el país. Cuando la fuerza aérea alemana ( Luftwaffe ) lanzó bombas sobre Londres, el gobierno británico sugirió que Isabel, la reina madre, y sus hijas, la princesa Isabel y la princesa Margarita, fueran llevadas a Canadá.
Según el portal Biografía , la reina se negó:
Las niñas no se irán sin mí. Yo no voy a dejar al rey. Y el rey nunca se irá.
Elizabeth y su hermana Margaret pasaron gran parte de la guerra en el Castillo de Windsor , a unos 20 kilómetros de Londres. En 1940, ávida por contribuir al esfuerzo bélico, la futura reina con catorce años realizó su primera transmisión de radio de la BBC. Durante la transmisión, Isabel habló directamente a los niños de Gran Bretaña:
Miles de ustedes en este país han tenido que abandonar sus hogares y ser separados de sus padres y madres. Mi hermana Margaret Rose y yo sentimos mucho por ustedes, ya que sabemos por experiencia lo que significa estar lejos de los que más amamos.
A ustedes que viven en un nuevo entorno, les enviamos un mensaje de verdadera simpatía y al mismo tiempo nos gustaría agradecer a las amables personas que los han acogido en sus hogares en el país.
Durante la transmisión, la princesa agregó esto a su declaración:
Estamos tratando de hacer todo lo posible para ayudar a nuestros valientes marineros, soldados y pilotos, y también estamos tratando de sobrellevar nuestra propia parte del peligro y la tristeza de la guerra. Sabemos, cada uno de nosotros, que al final todo estará bien.
A medida que el conflicto global avanzaba, Elizabeth buscaba hacer más. En 1943, cuando tenía 16 años, expuso su huerta en el Castillo de Windsor para alentar a los británicos a cultivar sus propios productos y así luchar contra la escasez de alimentos. Y a los 18, Elizabeth comunicó a sus padres su plan de alistarse en el Ejército Británico.
Cómo una integrante de la realeza británica se dio a conocer como la ‘Princesa Mecánica de Autos’
El Servicio Territorial Auxiliar (ATS por sus siglas en inglés), era la rama femenina del Ejército Británico. En febrero de 1945, la princesa Isabel ingresó voluntariamente como Second Subaltern (teniente segunda) honoraria con el número de servicio 230873.
Antes de unirse a las tropas, Elizabeth pasó varios meses intentando convencer a sus padres para que respaldaran su decisión. Como le recordó la pareja real, nunca antes una mujer de la realeza había servido en el ejército. Pero eso no disuadió a Isabel. Deseaba contribuir al esfuerzo bélico.
La nueva recluta se formó en mecánica automotriz tomando un curso de seis semanas. Durante su capacitación, Elizabeth aprendió a desmontar y reparar motores. También aprendió a conducir todoterrenos, ambulancias y camiones.
Según una publicación en Insider :
Una de sus mayores alegrías era ensuciarse las uñas y mancharse las manos de grasa, y mostrar estos signos de trabajo a sus amigos.
Elizabeth prosperó en el ATS. Descubrió un sentido de camaradería y libertad al mismo tiempo que contribuía a su país.
La prensa elogió a la princesa Isabel durante la Segunda Guerra Mundial por su servicio práctico, y a menudo se referían a ella como la «Princesa Mecánica de Autos».
¿Qué hizo la princesa Isabel durante la Segunda Guerra Mundial?
En abril de 1945, la princesa Isabel completó su formación. Ese mes fue visitada en la unidad ATS por sus padres y su hermana. Elizabeth comentó más tarde:
Nunca supe que había tanta preparación previa para una visita real… Lo sabré en otro momento.
Si bien trabajó en estrecha colaboración con otros reclutas del ATS, el título real de Elizabeth la obligaba a hacer ciertas concesiones. En vez de comer con sus compañeros, la princesa generalmente tenía que cenar en el comedor de oficiales. Y en lugar de vivir a tiempo completo en el campamento, debía dormir en el cercano Castillo de Windsor.
Para julio de 1945, Elizabeth había recibido un ascenso a Junior Commander.
Según dijo Marion Crawford, la institutriz de la princesa:
Estaba muy orgullosa de estar haciendo lo que otras chicas de su edad tenían que hacer. Y aparte de volver a Windsor a dormir, se mantuvo estrictamente en la rutina del despiste, tomando su turno con los demás como oficial de servicio, haciendo inspecciones, y trabajando muy duro en el mantenimiento de los coches.
Según el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial , las mujeres en Gran Bretaña que tenían menos de 30 años y no estaban casadas en ese momento debían alistarse en las fuerzas armadas, trabajar en la tierra o unirse a una industria. Isabel no quería un trato especial debido a su estatus real, simplemente quería hacer su parte.
La vida de la reina Isabel durante las secuelas de la Segunda Guerra Mundial
Tras la rendición de Alemania ante los Aliados en mayo de 1945, una multitud recorrió las calles de Londres celebrando el fin de la larga guerra. Decididas a no perderse la celebración, Elizabeth y su hermana menor se escabulleron del Palacio de Buckingham y se unieron a la multitud. La princesa Isabel, temiendo ser reconocida como tal, pudo unirse al festejo gracias a su uniforme ATS.
Como ella misma lo recordó en una entrevista de la BBC en 1985:
Recuerdo que estábamos aterrorizadas de que fuéramos reconocidas… recuerdo las filas de personas desconocidas uniendo sus brazos y caminando por Whitehall, todos fuimos simplemente invadidos por una marea de felicidad y alivio.
Salir de fiesta con más de 50 000 personas y, según los informes, incluso bailar en una línea de conga alrededor del Hotel Ritz, impresionó a la futura reina, que dijo más tarde:
Creo que fue una de las noches más memorables de mi vida.
Menos de siete años después del fin de la guerra, en 1952, la «Princesa Mecánica de Autos» fue coronada a los 25 años como la reina Isabel II del Reino Unido y otros 14 reinos de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones).
En muchos sentidos, el servicio de la princesa Isabel durante la Segunda Guerra Mundial la ayudó a prepararse para toda una vida de servicio a su país.